RomanHeritage
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Roman Heritage / Legado Romano
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Roman Heritage /Heredité Romaine
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Germany Alemania Germania
GERMANIA INFERIOR
Está localizada al oeste del Rin, en lo que ahora es Luxemburgo, el sur de Holanda y parte de Bélgica y Alemania. Su nombre se debe a su posición geográfica cerca de la desembocadura del Rin (en el norte) por contraposición a la Germania Superior (en el sur), más cerca del nacimiento del río.
Durante las guerras de las Galias, Julio César invade esta zona. Los celtas eduos que la habitan piden auxilio a Roma en 58 a. C. ante la invasión de los germanos suevos y sus aliados que, acaudillados por Ariovisto, han cruzado el Rin. Y con esa excusa, César lleva sus legiones hacia el norte, derrota a Ariovisto, expulsa a los vencidos de nuevo a la otra orilla del Rin y aniquila luego las tribus de los eburones y los menapios. Cuando nuevas tribus germánicas vuelven a pasar el Rin, César las reduce y construye un puente sobre este río para perseguir a los vencidos en su huida. El territorio conquistado se anexiona a la Galia Bélgica.
53 a. C _ Julio César pasa otra vez a la otra orilla del Rin para luchar contra los germanos pero éstos huyen, ya sin presentar batalla.
50 a. C _ Se crean los primeros asentamientos romanos en la región aunque Julio César la abandona para ocuparse de la guerra civil contra Pompeyo.
La capital es Colonia Agrippinensis (Colonia). Existen varios asentamientos militares permanentes y la flota Classis Germanica que controla el Rin y el Mar del Norte tiene su base primero en Castra Vetera (cerca del actual Xanten) y luego en Colonia
69-70 d.C _ Se produce la revuelta de los batavios, tribus que habitan las marismas del delta del Rin, acaudillados por su rey Gaius Julius Civilis (nombre romanizado), suboficial de los ejércitos romanos. Los batavios han sido durante mucho tiempo aliados de Roma a la que proporcionan soldados y armas pero ningún otro tributo. Sus soldados son famosos por ser grandes jinetes y excelentes nadadores. Tras un par de derrotas romanas, el Imperio vence a la coalición batavia a la que impone una rendición humillante. Desde ese momento, en su territorio se asienta permanentemente una legión para controlar la zona.
Cerca de Xanten: Castra Vetera y Colonia Ulpia Traiana
Herleen (Coriovallum)
Alphen aan den Rijn (Albaniana)
Katwijk (Lugdunum Batavorum)
Voorburg (Forum Hadriani)
Nijmegen (Ulpia Noviomagus Batavorum)
Utrecht (Traiectum)
Tongeren (Atuatuca Tungrorum)
Bonn (Bona)
Colonia (Colonia Agrippinensis)
GERMANIA SUPERIOR
Ocupa el oeste de la actual Suiza, las actuales regiones francesas de Alsacia y los montes Jura y el sudoeste de Alemania. Está situada al sur de Germania Inferior, en el curso medio y alto del Rin.
Al principio, la habitan diversas tribus galas (celtas) como los secuanos, helvecios o leucos. Luego, desde el siglo III a.C. pueblos germánicos enteros como los teutones y los cimbrios, emigran desde el norte de Europa a las regiones norteñas de Roma y se asientan en Helvecia y la Galia.
En 113 a.C, los cimbrios derrotan al cónsul Cneo Papinio Carbón y solicitan a Roma permiso para instalarse en el territorio de los celtas alóbroges. Cuando este permiso les es denegado, se enfrentan definitivamente a Roma y durante los diez años siguientes se libran las diferentes batallas de la llamada Guerra Cimbria. Es la primera vez, desde la Segunda Guerra Púnica, en que la península italiana y la ciudad de Roma están directamente amenazadas.
La batalla de Noreia (112 a.C) y especialmente la de Arausio (105 a.C), constituyen grandes derrotas para Roma. Pero los cimbrios, acaudillados por Boriorix, deciden partir hacia Hispania y su ausencia de dos años permite a los romanos reorganizar sus ejércitos y su estrategia.
De vuelta a la Galia, los cimbrios, expulsados de Hispania por los celtíberos, se alían con los teutones y marchan hacia Roma. Siendo demasiado numerosos para poder desplazarse eficazmente se dividen y deciden unirse de nuevo en el valle del Po. Con los ejércitos invasores separados, en el mismo año (102 a. C) Cayo Mario vence a los teutones en Aqua Sextae y, unido a Quintus Lutatius, derrota a los cimbrios de Boiorix en la batalla de Vercelae. Esto traerá casi cincuenta años de paz a la región hasta las nuevas invasiones germanas y las campañas de Julio César.
La historia de Germania Superior es en cierto modo la historia del Limes Germánico, cuya construcción comenzó Octavio Augusto en 9 d.C y que no fue desbordado definitivamente hasta el siglo IV d.C.
La capital es Maguncia (Mogontiacum) y los principales enclaves, Besançon (Vesontio), Estrasburgo (Argentorate), base militar del Alto Rin, y Wiesbaden (Matticae)
EL LIMES GERMÁNICO
Octavio Augusto organiza los territorios conquistados por Julio César en las provincias de Germania Inferior y Germania Superior. A ellas añadiría más tarde otros territorios para formar, entre el Rin, el Danubio y el Elba, la Germania Magna, que sólo pudo mantenerse durante tres años hasta la derrota romana en el bosque de Teotoburgo.
El limes de Germania Inferior bordea el Rin desde el Mar del Norte hasta Katwijk en Holanda. El de Germania Superior sigue el Rin desde Rheinbrohl y cruza los montes Taunus hasta el río Main. A continuación sigue el curso del Main hasta Miltenberg y luego desciende hasta Lorch.
El limes se constituye mediante la fortificación sistemática de las fronteras del Imperio Romano a gran escala y con una nueva visión de la defensa: Debe constituir una protección de los territorios romanos en conjunto, en vez de limitarse al blindaje de determinados asentamientos militares o pasos fronterizos. Por eso, incluye además del levantamiento de castillos y fortalezas como base para las legiones, la construcción de torres vigía y de carreteras bien comunicadas entre sí para poder transportar tropas con rapidez.
El limes no es impenetrable pero sí disuasorio. Sirve como indicación y advertencia de que grandes contingentes de tropas romanas pueden concentrarse velozmente en un punto determinado. Entre una gran fortaleza y otra se extiende, a lo largo de la línea fronteriza, una sucesión de torres de vigilancia que mantienen contacto visual entre ellas. Aunque no puedan hacer frente a un amplio ataque, sirven para avisar de cualquier agresión al grueso de los ejércitos. Las torres funcionan además como aduanas permitiendo el trasiego de ciudadanos romanos y bárbaros aliados, principalmente comerciantes, en una u otra dirección.
Para construirlo, se aprovechan las fronteras naturales de ríos y montañas a las que se añaden fortificaciones de edificación muy simple. Básicamente el limes se realiza cavando una gran zanja y utilizando la tierra extraída para formar un montículo alto. En la parte superior de éste se clavan estacas estableciendo una empalizada, a veces sustituida por una cerca de piedra o un muro de tierra. Detrás se construyen las torres vigía en madera o piedra y más al interior los fuertes con asentamientos militares grandes. El limes germánico llegó a extenderse durante 568 kms y comprendía cerca de 900 torres de vigilancia y al menos 60 castillos o fortalezas.
Octavio Augusto comienza la construcción del limes germánico en 9 d.C, tras la terrible derrota de Teotoburgo. Se levantan varios muros y cercas que luego serán conectadas entre sí para formar el limes de la Germania Superior siguiendo el curso del Rin y más tarde el limes de Raetia bordeando el Danubio. En una siguiente etapa se unen las fronteras de estas dos provincias formando una línea continua de defensas.
Tras la muerte de Augusto en 14 d. C y durante los siguientes sesenta años, el límite del Imperio Romano está constituido por las fronteras naturales del Rin y el Danubio. De hecho, el curso del Rin en la Germania Inferior, donde la anchura y profundidad del río hacen muy difícil el paso, continua siendo la frontera romana hasta la disolución del Imperio.
En la Germania Superior, en cambio, el Rin y el Danubio pueden cruzarse con comodidad y el curso de estos ríos rodea un enclave bárbaro que se adentra con forma más o menos triangular en los territorios romanos entre Baden y Wurtemberg. En 74 d. C, Vespasiano anexiona parte del territorio de Baden y construye una calzada que une el asentamiento romano de Estrasburgo en el Rin con Ulm en el Danubio. Domiciano, en 83 d. C, invade la zona al este de Maguncia y fortifica intensamente la nueva frontera.
La construcción del limes germánico prosigue con la conexión de estas dos nuevas líneas fronterizas, siguiendo el curso del Main hasta el curso alto del Neckar. Y Adriano levanta una empalizada de madera que forma una línea continua desde el Rin hasta el Danubio.
Su sucesor, Antonino Pío, amplía la frontera del Imperio más allá del Danubio y la llanura de Odenwald y el nuevo limes transcurre en una línea prácticamente paralela a la anterior que se conservará durante los próximos cien años.
Hoy pueden contemplarse dos construcciones distintas que fueron parte del limes germánico. El Pfalhgraben es muy visible en Saalsburgo. Desciende desde el Rin hacia el sur, está formado por una zanja y un montículo rematado por estacas puntiagudas y en su última parte es completamente recto, siguiendo la dirección de la estrella polar durante casi 50 kms. El Teufelsmauer, lo continúa de este a oeste siguiendo el curso del Danubio hasta Heinheim, junto a Ratisbona, y es un muro de tierra.
A partir del siglo II d.C, se producen cada vez con mayor intensidad nuevas invasiones de pueblos germánicos y desde el 254 el limes romano vuelve a retroceder por la pérdida de la zona norte del Danubio y el este del Rin. Continúa el sistema de las torres de vigilancia que mantienen contacto visual entre sí y se fortifican ampliamente ciudades antes poco protegidas como Augusta Raurica (junto a Basilea) que se convierte en Castra Rauracense.
En el siglo IV d. C, las tribus germánicas desbordan definitivamente el limes y en 406, vándalos, suevos y alanos cruzan el Rin para comenzar una nueva invasión de la Galia.
GERMANIA MAGNA Y TEUTOBURGO
Augusto continúa la fortificación del limes germánico en el Rin levantando las fortalezas de Maguncia (Mogontiacum) y Xanten (Castra Vetera). Cuando, en 11 a.C, pueblos germánicos cruzan el Rin, invaden la Galia y derrotan a la Legio V, Augusto toma personalmente el mando de las tropas romanas junto a Druso. Los bárbaros son vencidos y se amplían los límites del Imperio hasta el río Elba. A su vuelta a Roma para recibir el triunfo, Druso muere a consecuencia de una caída de caballo. Su labor será continuada por su hermano Tiberio y también por su hijo Germánico. Pero éstos pasarán los siguientes tres años luchando contra ilirios y panonios tras una violenta rebelión en la Dalmacia y Roma no acaba de afianzarse en la Germania Magna.
En 9 a.C, se produce la batalla de Teutoburgo. El nuevo gobernador de la Germania Magna es Publio Quintilio Varo, anterior representante romano en la provincia de Siria donde no dejó buen recuerdo de su labor diplomática. Varo está casado con una sobrina de Augusto y parece que a ello se debe su nombramiento puesto que, sin ninguna experiencia militar, va a dirigir una provincia todavía inestable y belicosa.
Arminio, caudillo de los queruscos y aliado del Imperio, es en cambio un estratega curtido que ha luchado junto a Roma en Dalmacia.
Varo, empeñado en aplicar el Derecho Romano y el culto al Emperador e imponiendo nuevos impuestos, provoca el malestar entre los habitantes de la Germania Magna. Cuando Varo se retira en otoño a sus cuarteles de invierno en el Rin con tres legiones, Arminio, unido a los líderes de otras tribus germánicas, le tiende una emboscada.
Con falsas noticias sobre una supuesta rebelión en la zona sur logra que Varo se desvíe de su ruta hasta el bosque de Teutoburgo, donde le esperan escondidos los ejércitos queruscos y sus aliados.
Las legiones XVII, XVIII y XIX se desplazan lentamente debido a su impedimenta militar y al gran número de civiles (familias, mercaderes, artesanos, prostitutas etc) que les acompañan. En desfiladero o terreno boscoso están en desventaja frente a los guerreros germánicos con armas mucho más ligeras y mayor rapidez de acción. Aún así la batalla dura varios días y tal vez hubiera tenido otro resultado si Varo y parte de sus oficiales no se hubieran suicidado. Era conocido que los germanos no hacían prisioneros y que sometían a tortura a los vencidos antes de darles muerte por lo que el suicidio de Varo es comprensible pero no justificable: Sin apenas oficiales al mando, las tres legiones y sus compañeros de viaje son masacrados. En el campo de batalla, los romanos serán torturados, crucificados y sacrificados en los altares de dioses germánicos. Y los que logran huir son apresados en los días siguientes. El cadáver de Varo es mutilado y su cabeza enviada a Roma. Arminio toma las tres águilas doradas, insignia de las legiones y cuya pérdida se considera una enorme vergüenza militar.
La batalla de Teutoburgo tiene importantes consecuencias psicológicas. Roma vive repentinamente el miedo a una nueva invasión de la península itálica si se produce la alianza de germanos y galos. Y el desastre de Teutoburgo muestra públicamente a enemigos y aliados que el Imperio puede ser derrotado. Los números XVII, XVIII y XIX de las legiones destruidas no volverán a ser utilizados en lo que queda de historia militar romana.
Augusto queda muy afectado personalmente y cuentan que pasó meses sin afeitarse la barba o cortarse el pelo y, de vez en cuando, se golpeaba la cabeza gritando "¡Quintilio Varo, devuélveme mis legiones!". Destituye a los galos o germanos de su guardia personal y, al fin, decide enviar a su sobrino Germánico al mando de ocho legiones a localizar el campo de batalla, rendir honores a los difuntos y recuperar el armamento o material abandonado. La expedición tiene un sentido de reparación más que de lucha. Sera más tarde, en 16 d.C, cuando Germánico venza a definitivamente a Arminio en la batalla de Idistaviso y recupere los estandartes de las legiones.
De todas formas, Augusto ordena la evacuación de la Germania Magna, evaluando los altos costes de mantener la dominación de Roma en la zona. Y se limita a hacer avanzar ligeramente el limes que incluye ahora los Campos Decumanos. A su muerte recomienda a su sucesor, Tiberio, que vuelva atrás las fortificaciones hasta el Rin y el Danubio y no intente de nuevo la expansión más allá de esas fronteras naturales. Por eso, Germania no tuvo el proceso de romanización que se dio en otros lugares del Imperio.
